9 de marzo de 2010

Inmigrante y mujer: Dos retos.

El pasado 8 de marzo se celebró el Día de la Mujer, donde se recuerda a la mujer tabajadora, el derecho de las mujeres a luchar y organizarse contra la violencia, contra el acoso sexual y las violaciones, la trata de mujeres, así como por la salud, por el trabajo y salario digno, y contra las situaciones de cuasi esclavitud en las que viven algunas mujeres por causa de mafias y condiciones de explotación laboral.

El tipo de inmigrante en Galicia es el de una mujer de entre treinta y cuarenta años, que viaja desde su país de origen a un país desarrollado compaginando la doble tarea de dejar a los niños con sus padres u otros familiares o bien con ella misma, y trabajar en el servicio doméstico o en hostelería. Jornadas laborales maratonianas, servicios precarios y escatimación del descanso y del derecho a las vacaciones.

Para colmo, males como la violencia sexista se duplican en este colectivo. Se debe luchar contra esta doble discriminación.

Mujer e inmigrante no debe ser un doble motivo para la discriminación sino una doble condición de orgullo en la que debemos salvaguardar todos los derechos y deberes conquistados por la que se supone que es una sociedad avanzada.

Kiko Cabanillas

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