2 de abril de 2013

Lejos de casa.

La luz se filtra entre las cortinas de la ventana en nuestro piso de Sagrada Familia.
Desde mi colchón veo las mercancías que tras la venta nocturna traemos a casa.
Son seis colchonetas en el mismo cuarto.
Dormimos de día y vendemos de noche (sobre todo jueves, viernes, sábado y domingo).
El sabor y la textura de nuestra comida africana. Y aquí son todos sabores tan extraños como escasos.
Mis colegas turcos se fuman un narguile tras las comidas. Ellos también venden.
Somos seis irregulares: Tres africanos, dos turcos y un paquistaní.
Y sé que suena ridículo, pero nos acordamos tanto de nuestras madres...
 Kiko Cabanillas.

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